Torres vigías o los «canutos» en Priego de Córdoba

Torres vigías o los «canutos» en Priego de Córdoba
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orres vigías; Testigas mudas de un pasado en tierra de fronteras.

Son numerosas las torres vigías, atalayas o “canutos” que podemos observar en la comarca de la Subbética. Muchas de estas torres se sitúan aisladas, en lo alto de cerros o escarpadas montañas, desde las cuales se divisan extensas zonas, teniendo como principal objetivo, la vigilancia ante  posibles incursiones del enemigo.

Origen

Nos tenemos que trasladar a la época de la Reconquista Cristiana, un proceso lento pero continuo que se verá acentuado tras la caída del Califato de Córdoba (1031) y el inicio del periodo conocido como los reinos de Taifas s.XI. El avance de los ejércitos cristianos continuaba hacia el sur de la península, logrando controlar cada vez más ciudades y territorio, la gran mayoría de veces gracias a la espada, otras a través de pactos o alianzas entre poderes regionales musulmanes y cristianos. Un proceso que se dará por concluido con la toma de Granada en el 1492, cayendo el último reino islámico de la península ibérica.

Respecto a nuestra comarca y en especial en el caso de Priego de Córdoba, por su cercanía con Granada como último bastión musulmán, tuvo que hacer frente a un largo periodo de inestabilidad política y económica. En este marco histórico debemos encuadrar estas estructuras militares, estructuras aisladas y sobrias que decoran nuestras sierras.

La gran mayoría de estas atalayas que podemos observar en nuestras sierras datan entre las fechas de la primera conquista cristiana realizada por Fernando III “el Santo” en 1225 y la definitiva conquista de 1341 bajo el reinado de Alfonso XI.

Efectivamente estas construcciones militares se las debemos a los musulmanes, en gran parte a los nazaries, última dinastía de poder islámico. Sin embargo también tenemos algún ejemplo de torre-fortificación cristiana, como es la conocida “Torre de Barcas”, que estuvo en funcionamiento hasta la caída de Granada. Hoy podemos afirmar que estas primitivas atalayas musulmanas fueron reutilizadas por los cristianos para el mismo fin, la vigilancia de la frontera. Es curioso, como podemos seguir las delimitaciones de la frontera a través de estas estructuras. Tras la definitiva reconquista de Priego de Córdoba, Alcalá la Real etc, es común ver de nuevo atalayas en poblaciones más cercanas a Granada, como pueden ser Moclín, Iznalloz o Montefrío.

 

Las torres vigías.

Respecto a la construcción en sí, se tratan de torres que siguen en gran parte un patrón común. Torres cilíndricas realizadas con mampostería, con un cuerpo base macizo, donde a media altura se abriría un espacio abovedado y sobre éste una terraza. La altura que suelen tener las torres se aproximan a los 10 metros, con un diámetro de unos 3,5 a 6 metros. Disponen una pequeña abertura a modo de puerta, a la cual se accedía a través de una escala. Desde la terraza se podían divisar y controlar los caminos más cercanos, a su vez estas torres están conectadas visualmente unas con otras. Las torres estaban habitadas por varios vigilantes con el único fin de comunicar el posible avistamiento de algún enemigo. Los vigilantes lo comunicaban a través de señales de fuego y humo, gracias a estas señales la población podía buscar refugio y preparar la defensa.

Sin duda era un extraordinario sistema de vigilancia y control de fronteras y que a su vez componían un cordón defensivo marcando los límites del mundo musulmán.

Torre Alta
Torre Alta
Maqueta

 

Parte de nuestro pasado.

En el término municipal de Priego de Córdoba podemos localizar más de 15 atalayas, si bien debemos añadir que el estado de conservación difiere de unas a otras. Algunas de ellas se encuentran en un “aceptable” estado de conservación como puede ser la torre del Morchón,  la torre de Uclés o la torre de Barcas.

Desgraciadamente encontramos otras torres en un estado de deterioro muy avanzado, son el caso de la Torre del Calvario Viejo, la cual sólo se aprecia parte de su base 1,5m de altura aprox.; la torre del Espartal, la cual sufrió hace algunos años un desprendimiento parcial importante o la torre de la Sierrecilla de la Trinidad.

Construcciones militares de más de 650 años, que siguen oteando el horizonte, y son parte de nuestro paisaje, de nuestra cultura y de nuestra historia.

Patrimonio que sigue estando en el olvido para nuestras instituciones y en el que vemos como el paso del tiempo sigue deteriorándolas, sin tomarse ninguna medida de restauración y puesta en valor.

¿Cuánto tiempo más resistirán estas bellas construcciones,sin el cuidado y la protección que merecen? ¿ tendremos que ver como se desmoronan poco a poco, hasta acabar como un simple majano de piedras amontonadas?

Sirva ésta entrada del blog para recordar una parte de nuestro patrimonio olvidado. Con el deseo de que se lleven a cabo algún tipo de actuación, para poder conservar y poner en valor la extraordinaria red de atalayas del término municipal de Priego de Córdoba.

 

 

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Torre del Morchón